Fotografía : Anakonda61 |
Texto original de : Mayte Valero
del blog : Incontablemente Juntos
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ENMARAÑADA
Me encontraba despistada,
como siempre, envuelta en aire.
Meciendo el semblante
entre las manos dormidas.
Acurrucada entre mis piernas,
sollozando y bostezando sonrisas casuales.
Y entonces fue cuando sentí...
trepando desde mis espaldas desnudas,
como un suave cosquilleo
que fluye y alimenta tus ausencias.
Una retahíla de sudor y espasmos sinuosos,
se embarcaban entre mi piel y
la atmósfera del día.
Enredada en una telaraña plausible,
indolora, que calmaba mi estado de temor.
Hilaba mis brazos, desde el codo
hasta la linde de mis poros.
Fui absorbiendo los espacios enredados,
como una nueva piel.
Atrapada con mesura y embriaguez.
Perdiendo el horizonte, el norte
y la vida vieja y austera.
Y llegando de pronto
a sentirme afianzada,
a los hilos que vestían niebla y bruma
entre los vacíos de mi alma.
Suspire y me deje dormida
en aquel instante.
Enredada y descubierta,
como si una araña hubiese comprendido
mis carencias.
Y hubiese detenido el momento,
para llevarme un nuevo hogar.
Una veleidosa verdad, que no veían mis ojos.
como siempre, envuelta en aire.
Meciendo el semblante
entre las manos dormidas.
Acurrucada entre mis piernas,
sollozando y bostezando sonrisas casuales.
Y entonces fue cuando sentí...
trepando desde mis espaldas desnudas,
como un suave cosquilleo
que fluye y alimenta tus ausencias.
Una retahíla de sudor y espasmos sinuosos,
se embarcaban entre mi piel y
la atmósfera del día.
Enredada en una telaraña plausible,
indolora, que calmaba mi estado de temor.
Hilaba mis brazos, desde el codo
hasta la linde de mis poros.
Fui absorbiendo los espacios enredados,
como una nueva piel.
Atrapada con mesura y embriaguez.
Perdiendo el horizonte, el norte
y la vida vieja y austera.
Y llegando de pronto
a sentirme afianzada,
a los hilos que vestían niebla y bruma
entre los vacíos de mi alma.
Suspire y me deje dormida
en aquel instante.
Enredada y descubierta,
como si una araña hubiese comprendido
mis carencias.
Y hubiese detenido el momento,
para llevarme un nuevo hogar.
Una veleidosa verdad, que no veían mis ojos.
Atrapadas ambas en la misma madeja, prisioneras con sello de libertad, volando hacia donde nuestras alas se abren sinuosas, dejando el rastro "perfecto" que seguiremos una a la otra.
ResponderEliminarSin contar los espacios que no saben a nada, solo colmando de imagenes y letras nuestra manera de percibir la "realidad".
Eternamente agradecida, eternamente embaucada por el sabor dulce de la amistad.
Eres maravillosa!!!.
Muchisimas gracias por crear junto a mí, esta telaraña de sentimientos hechos a desproposito.
Muaksss!!!.
Mayte wuapa...no estamos "atrapadas" por nada ni por nadie...tan sólo "a veces" nos dejamos "atrapar"...y sólo por quien realmente vale la pena...(al final siempre me rebelo ante las ataduras, las imposiciones) es lo que he descubierto acerca de mí a lo largo de los años,
ResponderEliminarsabes eso a veces es duro...muy duro,te sientes sola,desesperada, incomprendida...
el mundo que te envuelve cual telaraña no es lo que esperabas cuando entretejías sueños con la imaginación...
pero a veces encuentras a seres especiales como tú con los que compartir el encierro en la enmarañada vida diaria....
Besos de esperanza...amiga mía,