Si esto  llevo yo diciéndolo desde hace....buffff!!! Ya va bien que lo diga mas  gente y además que lo publiquen!
Entrevista aparecida en La Vanguardia Digital, 
MARIO  ALONSO PUIG
 LO QUE EL CORAZON QUIERE, LA MENTE SE LO MUESTRA    (  Por Ima Sanchís)
Según cómo nos  hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian  nuestras percepciones. Científicos de Harvard han demostrado que cuando  la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el  silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%.
“un  minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja el sistema  inmunitario en una situación delicada durante seis horas”
Hasta ahora lo decían los iluminados,  los meditadores y los sabios; ahora también lo dice la ciencia: son  nuestros pensamientos los que en gran medida han creado y crean  continuamente nuestro mundo.
“Hoy sabemos que la confianza en uno  mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las  funciones superiores del cerebro. La zona prefrontal del cerebro, el  lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa  nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para  solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida  por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional. Por eso, lo  que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando”. Hay que  entrenar esa mente.
MARIO  ALONSO PUIG :Tengo 48 años. Nací y vivo en Madrid. Estoy casado y tengo  tres niños. Soy cirujano general y del aparato digestivo en el Hospital  de Madrid. Hay que ejercitar y desarrollar la flexibilidad y la  tolerancia. Se puede ser muy firme con las conductas y amable con las  personas. Soy católico. Acabo de publicar Madera líder (Empresa Activa)
-Más  de 25 años ejerciendo de cirujano. ¿Conclusión? 
-Puedo  atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí  misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su  trayectoria.
-¿Psiconeuroinmunobiología? 
-Sí, es la  ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la  palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que  desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una  forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de  forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios  físicos muy profundos. 
-¿De qué se trata? 
-Se ha  demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo un  pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación  delicada durante seis horas. El distrés, esa sensación de agobio  permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del  cerebro y en la constelación hormonal.
-¿Qué tipo de cambios? 
-Tiene  la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje  localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual  porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más  necesarias para tomar decisiones adecuadas.
-¿Tenemos recursos  para combatir al enemigo interior, o eso es cosa de sabios? 
-Un  valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la  respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir  cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la  serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales  entre los dos hemisferios
-¿Cambiar la mente a través del  cuerpo? 
-Sí. Hay que sacar el foco de atención de esos  pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o  preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto  de vista inadecuado. Es más inteligente, no más razonable, llevar el  foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar  nuestro estado mental.
-¿Dice que no hay que ser razonable? 
-Siempre  encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o  tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos  basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra  línea. Son más importantes el qué y el porqué que el cómo. Lo que el  corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando.
-Exagera.  
-Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros  lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es  una interpretación de la realidad.
-Más recursos… 
-La  palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con  tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron  hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente  personas con transtornos psiquiátricos, consiguieron remodelar  físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les  generaban estas enfermedades.
-¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras? 
-Santiago  Ramon y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase  tremendamente potente que en su momento pensamos que era metáforica.  Ahora sabemos que es literal: “Todo ser humano, si se lo propone, puede  ser escultor de su propio cerebro”. 
-¿Seguro que no exagera? 
-No.  Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones,  que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador  (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos  el mundo que somos. 
-¿Hablamos de filosofía o de ciencia? 
-Las  palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar,  por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los  procesos mentales. Científicos de Harward han demostrado que cuando la  persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio,  las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%.
-¿Cuál  es el efecto de las palabras no dichas? 
-Solemos confundir  nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: la  percepción va más allá de la razón. Según estudios de Albert Merhabian,  de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una  comunicación va por debajo de la conciencia.
-¿Por qué nos  cuesta tanto cambiar? 
-El miedo nos impide salir de la zona  de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos  impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona.
-La  mayor parte de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente. 
-Reaccionamos  según unos automatismos que hemos ido incorporando. Pensamos que la  espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad
primero  ha de haber preparación, sino sólo hay automatismos. Cada vez estoy más  convencido del poder que tiene el entrenamiento de la mente.
-Deme  alguna pista. 
-Cambie hábitos de pensamiento y entrene su  integridad honrando su propia palabra Cuando decimos “voy a hacer esto” y  no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial  es la conciencia.
-Ver lo que hay y aceptarlo. 
-Si nos  aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo  que se resiste persiste. La aceptación es el núcleo de la  transformación.